Historia de nuestra Señora del Rosario Patrona de Mendoza y Cuyo
Un documento en el antiquísimo primer libro de la Cofradía del Rosario de Mendoza nos cuenta que la imagen de la Virgen (tallada en arte barroco) llegó a Mendoza procedente de Lima el 15 de abril de 1590 y que fue el dominico Fr. Juan Vázquez O.P. quien la trajo a nuestras tierras cuyanas.
Con el tiempo se acentuó más y más la devoción a la Virgen taumaturga, siendo invocada principalmente en los casos de epidemias, terremotos y otros flagelos públicos. Con esto se hizo acreedora a la gratitud mendocina, gratitud que se demostró públicamente jurándola el pueblo por su Patrona en 1737, en ese acto el Capitán Don Miguel de Arismendi la obsequió con una corona que aún se conserva y que lleva la inscripción “A devoción de D. Miguel de Arismendi. Año 1737”.
Pero fue en 1760 cuando las autoridades civiles de Mendoza, hicieron oficial aquel acto popular, hacía tiempo que alimentaba la idea de proclamar oficialmente a la Virgen del Rosario como Patrona de la Ciudad.
El 15 de noviembre de ese año se convoca a Cabildo Abierto con el único objeto de nombrar Patrona de la ciudad a Nuestra Señora del Rosario. Nueve días después, el 24 de noviembre, el obispo de Santiago de Chile, Dr. Manuel de Alday y Aspée, encontrándose en Mendoza, que por ese entonces formaba parte de la Diócesis de Chile, confirmó la decisión de las autoridades civiles, uniéndose a la Virgen Santísima bajo la advocación del Santísimo Rosario, como Patrona de esta Ciudad, confiando en su piedad y misericordia aceptaría su protección y Patrocinio bajo del cual se ha puesto la ciudad (Archivo Histórico de Mendoza. Actas de Cabildo).
No son pocas las ocasiones en los años subsiguientes en que el mismo Cabildo demuestra su interés en la celebración de la fiesta de la Virgen del Rosario o en que se hagan rogativas especiales con motivo de alguna calamidad pública. Puede citarse, por ejemplo, el Acta capitular del 27 de octubre de 1781: acordaron (los Cabildantes) que, respecto de las muchas y extraordinarias enfermedades que se experimentan en esos días en esta ciudad, se recurra inmediatamente a la protección de la Sma. Virgen del Rosario, Patrona titular de esta ciudad, por medio de una rogativa en su iglesia y convento de esta ciudad. Los Regidores de este Ilustre Cabildo, pase a conferirlo y resolverlo con el Sr Vicario de esta ciudad y llevando esta noticia al Reverendo Padre Prior del Convento Santo Domingo, que conforme se practique, disponga la iglesia de manera que se pueda dar Misa diaria y novena de la Sma. Virgen en la noche.
En septiembre de 1838 los Mayordomos de la Cofradía del Rosario, Don Ramón García y Don Alejo Mallea, solicitan al Gobernador Don Justo Correas “un nuevo reconocimiento oficial del Patronato de la Virgen del Rosario sobre Mendoza”. El mismo día el Gobernador eleva a la Sala de Representante la petición por ser “justo titulo de Patrona de la Provincia”.
La Sala de Representantes acuerda en enero de 1839 el pedido cambiando una sola palabra del decreto: “nombrar” por “ratificar”, por ser más exacto.
El gobierno determinó celebrar con toda solemnidad el acontecimiento con un gran acto el 12 de febrero de 1839, la Honorable Sala de Representante y el Poder Ejecutivo promulgaban una ley especial ratificando la proclamación del Cabildo de 1760 y declarando a la Virgen del Rosario Patrona de la Provincia. Fue saludada con salva de veintiún cañonazos….(Archivo de la Legislatura de Mendoza y Registro Ministerial de 1839).
El 26 de diciembre de 1843 nuestra Iglesia de Santo Domingo fue presa de un voraz incendio. La efigie es librada del fuego, más no de un golpe en su rostro al sacarla, y desde el primer momento no pudo ser expuesta al culto. Con ese motivo y teniendo en cuenta su valor transcendente para Mendoza se procedió a una restauración del mismo, tambien su templo fue reconstruido e inaugurado el 15 de julio de 1855. En aquella oportunidad la Virgen fue conducida en procesión desde el monasterio de Compañía de María a su flamante y suntuoso templo. En 1856 el gobernador General Segura, al terminar su periodo obsequió a la Virgen Patrona su bastón de mando, con el que se había recibido tambien el titular anterior, Coronel Alejo Mallea.
El nuevo santuario estaba destinado a durar pucos años. El templo pereció con la ciudad en el espantoso cataclismo del 20 de marzo de 1861, sin igual en la historia de Mendoza. La imagen fue recuperada de entre los escombros por los padres Pedro Celestino Olmos y Tomás de los Santos y el Mayordomo de la Cofradía del Rosario, don Zacarías Corbalán para acompañar a su pueblo en el más grande de sus dolores. Bajo un parral comenzó nuevamente a recibir culto. Hasta colocarla en un altar donde pudiese oficiarse misa se la trasladó a la iglesia de Loreto y solicitó rogativas a la Virgen del Rosario para dar “fortaleza y resignación para sobreponernos a esta dura prueba”. El célebre misionero dominico Fr. Moisés Vicente Burela con ayuda del pueblo y del gobierno edificó una capilla de carácter provisorio, en el solar del destruido convento, a donde fue trasladada en 1864. La Ciudad Nueva se trasladó en torno a la Plaza Independencia, pero la Virgen se quedó en su antiguo solar, en la Ciudad Vieja”, a la espera del nuevo templo, que fue consagrado el 5 de junio de 1869 por el Obispo de Cuyo Fray Wenceslao Achával.
Posteriormente la Virgen fue sacada en solemne procesión por su pueblo en épocas calamitosas, como durante el “Cólera morbus”, que azotó el país en el 1868; cuando la fiebre amarilla, que en 1871 causó estragos en Buenos Aires y buena parte del litoral; en 1886, cuando la Nación y la Provincia se vieron asolados nuevamente por el “cólera morbus”; el 2 de febrero de 1892, en ocasión de una desolada plaga de langostas; después del terremoto del 27 de octubre de 1894, que arruino la ciudad de la Rioja y se sintió intensamente en Cuyo.
Iniciada la construcción de la actual iglesia de Santo Domingo (quinta edificación) fue inaugurada el 22 de octubre de 1960, siendo prior Fr. Montes de Oca O.P. La renovación de la iglesia conventual, santuario regional y sede parroquial, culmina magníficamente con la Coronación Pontificia de la Virgen del Rosario el 21 de octubre 1961 en la plaza Independencia por el Obispo de Mendoza Monseñor Alfonso María Buteler y la Titularidad de la iglesia como Basílica Menor. Fueron padrinos de la coronación los Sres. Obispos de Mendoza, San Juan, San Luis y San Rafael; los Sres. Gobernadores de Mendoza, San Juan y San Luis, las beneméritas hermanas de la primer Orden de Santo Domingo; Doña Rosa B. de Ortiz, Doña Amalia Ortiz y Doña Hortensia Ortiz.
En el mes de Septiembre de 1981, Monseñor Cándido Rubiolo instituyó a Nuestra Señora del Rosario Patrona de la Arquidiócesis, celebrándose a partir de entonces la fiesta de la iglesia diocesana el 1er domingo de octubre en el Anfiteatro Frank Romero Day.
En 1981 el Gral. de la Nación, Mario Ramón Lépori obsequió su bastón de mando que hoy ostenta.
La imagen presidió los actos del Congreso Mariano Nacional de 1980 y la visita del Papa Juan Pablo II a Mendoza en abril de 1987. En 1990 se celebraron los cuatrocientos años de su llegada a nuestra ciudad y en 1991 los treinta años de su coronación. Monseñor José María Arancibia, actual Arzobispo de Mendoza, asume su cargo en el santuario en mayo de 1993, al haber ya fallecido Monseñor Cándido Rubiolo.
En octubre de 2009 se celebró en el Anfiteatro Frank Romero Day los 75 años de la diócesis (año Jubilar y Misionero), donde Monseñor Arancibia realizo la celebración de consagración de todos los allí presentes.
En esta síntesis presentamos la historia de la designación de la Santísima Virgen del Rosario como patrona de Mendoza y posteriormente de Cuyo, de su imagen y de la Basílica de Nuestra Señora del Rosario – Convento de Santo Domingo en Soriano.
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